La violencia (verbal, física o de cualquier tipo) se debe evitar a como dé lugar.
Cuando la violencia pasa a ser una forma de vincularse, sus protagonistas necesitan concienciarla y tratarla, para no repetirla (de manera automática) en contra de sí mismos y de los demás. Tomemos en cuenta que hay muchas formas de maltratarse, por ejemplo: comer o beber en exceso.
La violencia es perjudicial para quien la ejerce, para quien la recibe, y para la relación; y sus consecuencias son proporcionales a la frecuencia y crudeza con la que se practique.
El maltrato, sea cual sea, mella la autoestima, por lo que cuando se presenta es altamente recomendable recurrir a un especialista que oriente según el caso.
Es de gran ayuda aprender a drenar la tensión por vías alternas, a lo que se le llama hacer catarsis (término que proviene del griego: kátharsis: lo que purifica, oxigena y remueve lo negativo). La catarsis busca rememorar esas emociones perjudiciales para sacarlas de nuestros cuerpos (mental, emocional, físico y espiritual). Una posibilidad es, por ejemplo, visualizar la cara de quien nos genera una emoción de repudio en un cojín, y descargar en ese cojín la emoción contenida; gritarle, tirarlo al suelo, pisarlo...
Otras opciones son salir a correr, gritar en una montaña, en el auto (es aconsejable subir los vidrios), rayar o garabatear un cuaderno, escribir todo lo fuerte que sentimos y luego despedazar ese papel; practicar Yoga o darnos masaje y así conectarnos con energías unificadoras.
Osho decía que para no volvernos locos, tenemos que "volvernos locos" a propósito de vez en cuando.
Lo importante es no tragarnos todo lo que no nos conviene, porque de lo contrario, nos enfermaremos.
Es de gran ayuda aprender a drenar la tensión por vías alternas, a lo que se le llama hacer catarsis (término que proviene del griego: kátharsis: lo que purifica, oxigena y remueve lo negativo). La catarsis busca rememorar esas emociones perjudiciales para sacarlas de nuestros cuerpos (mental, emocional, físico y espiritual). Una posibilidad es, por ejemplo, visualizar la cara de quien nos genera una emoción de repudio en un cojín, y descargar en ese cojín la emoción contenida; gritarle, tirarlo al suelo, pisarlo...
Otras opciones son salir a correr, gritar en una montaña, en el auto (es aconsejable subir los vidrios), rayar o garabatear un cuaderno, escribir todo lo fuerte que sentimos y luego despedazar ese papel; practicar Yoga o darnos masaje y así conectarnos con energías unificadoras.
Osho decía que para no volvernos locos, tenemos que "volvernos locos" a propósito de vez en cuando.
Lo importante es no tragarnos todo lo que no nos conviene, porque de lo contrario, nos enfermaremos.
Por Daniel Duque @danielduque21