Las lealtades conscientes e inconscientes a los nuestros (Parte II)

Para entender las lealtades familiares corresponde hacer indagaciones, y una vía para ello es la terapéutica. Lo contrario a vivir de manera inerte es preguntarnos cuestiones importantes y buscar respuestas.

Las Constelaciones Familiares plantean asuntos como:

¿De dónde provienen tus padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos...? (antecesores en general) 
¿Te sientes conectado a tus raíces?
¿Sabes de enfermedades recurrentes, accidentes o muertes violentas en tu sistema familiar?
¿Conoces de casos de inmigración de familiares?, ¿cuáles fueron los motivos?, ¿cuáles fueron las consecuencias? 

Por ejemplo, en los países de América se presenta de forma múltiple la dinámica de descendientes de inmigrantes europeos, quienes tuvieron que desaferrarse de sus raíces para hacer una nueva vida. Uno de los resultados, es que estos descendientes muchas veces desean migrar a la tierra de sus antepasados.

Si al indagar encontramos sucesos fatídicos, no debemos sentirnos apesadumbrados. En todas las familias ha habido suicidio, asesinato, incesto, adicciones, entre otras dinámicas complejas. Los detalles por lo general se desconocen, porque esta información se oculta, se considera tabú, pero las nuevas generaciones se encargan de demostrar de formas variadas lo que ocurrió en el sistema familiar. 

Quien se avergüenza de las dinámicas de su familia adquiere una posición culposa en la que se siente imposibilitado o aplastado, o también podría tender a una posición arrogante en la que se siente por encima de los autores (suponiendo que es mejor que ellos). No reconocer ni respetar el pasado crea nuevos dolores. 

Sólo aceptar nuestros orígenes con dignidad y amor nos ayuda a identificar nuestros rasgos y tendencias y a deslastrarnos con madurez. Nuestro autoconocimiento nos permite potenciar fortalezas y trabajar las debilidades que necesitan atención, para encarar nuestro presente con mayor disposición.

Ejercicio: ¿Soy leal a mi familia?

Reflexiona acerca de las pautas de tu sistema familiar. Piensa en aquellas frases que escuchaste una y otra vez a tus padres, tíos, hermanos. Haz una lista de lo que recuerdes. 

¿Qué te generan esas afirmaciones?: ¿Te sientes identificado? ¿Las criticas? ¿Te hacen sentir fortalecido? ¿Te auto-compadeces? Digiere tus respuestas, y busca reconocer tu propio camino, pidiéndole (internamente en primer lugar) a tus familiares que te miren con buenos ojos al tomar tus propias decisiones, al diseñar y hacer con consciencia tu propia vida, es tuya y de nadie más.

Por Daniel Duque 
@danielduque21