viernes, 13 de diciembre de 2019

Evitemos los maltratos, drenemos por vías alternas

La violencia (verbal, física o de cualquier tipo) se debe evitar a como dé lugar.

Cuando la violencia pasa a ser una forma de vincularse, sus protagonistas necesitan concienciarla y tratarla, para no repetirla (de manera automática) en contra de sí mismos y de los demás. Tomemos en cuenta que hay muchas formas de maltratarse, por ejemplo: comer o beber en exceso.

La violencia es perjudicial para quien la ejerce, para quien la recibe, y para la relación; y sus consecuencias son proporcionales a la frecuencia y crudeza con la que se practique. 

El maltrato, sea cual sea, mella la autoestima, por lo que cuando se presenta es altamente recomendable recurrir a un especialista que oriente según el caso. 

Es de gran ayuda aprender a drenar la tensión por vías alternas, a lo que se le llama hacer catarsis (término que proviene del griego: kátharsis: lo que purifica, oxigena y remueve lo negativo). La catarsis busca rememorar esas emociones perjudiciales para sacarlas de nuestros cuerpos (mental, emocional, físico y espiritual). Una posibilidad es, por ejemplo, visualizar la cara de quien nos genera una emoción de repudio en un cojín, y descargar en ese cojín la emoción contenida; gritarle, tirarlo al suelo, pisarlo...


Otras opciones son salir a correr, gritar en una montaña, en el auto (es aconsejable subir los vidrios), rayar o garabatear un cuaderno, escribir todo lo fuerte que sentimos y luego despedazar ese papel; practicar Yoga o darnos masaje y así conectarnos con energías unificadoras.


Osho decía que para no volvernos locos, tenemos que "volvernos locos" a propósito de vez en cuando.


Lo importante es no tragarnos todo lo que no nos conviene, porque de lo contrario, nos enfermaremos.


Por Daniel Duque @danielduque21

miércoles, 11 de diciembre de 2019

El tono adecuado


La esencia de la comunicación es poner en común. Comunicar es compartir, con uno mismo (comunicación intrapersonal), y/o con los demás (comunicación interpersonal). La comunicación es la base de la confianza, factor determinante en el bienestar de cualquier relación. 

Cuando nos comunicamos, es conveniente prestar atención a todos los detalles, incluso al lenguaje no verbal (al de nosotros mismos y al de nuestros interlocutores). El tono refleja la característica especial que le damos a nuestras palabras. Si hablamos con dulzura, podemos cautivar, convencer, persuadir y tranquilizar. En cambio, si lo hacemos con rudeza, vamos a intimidar, amenazar y crear reacciones adversas. 

Diálogo modelo:

Hombre (gritando): - ¡Estoy muy cansado, hoy tuve un día pésimo en el trabajo, y para colmo… llego a la casa  y no hay nada para cenar!
Mujer: (gritando): - ¿Pero es que ni siquiera me vas a dejar que te cuente lo que me pasó? ¡Esto sí que es el colmo! ¡No te soporto, ni a ti ni a tus alaridos!

Alternativa:

Hombre: - Hola. Estoy muy cansado, hoy tuve un día pésimo en el trabajo, y no hay nada para cenar.
Mujer: Mañana será que puedo hacer el mercado. Hoy me pasó de todo. Pidamos comida, y aprovechamos mientras esperamos y nos contamos nuestras anécdotas. Cuando la vida se pone cómica, lo mejor es reírse. 

Antes de dirigirnos a los demás, en casos álgidos tomémonos un tiempo para pensar qué es lo que más conviene en cuanto a la comunicación. Cómo podemos ser favorables para todas las partes. Hay muchas técnicas, como la Programación Neuro-Lingüística que enseñan a acompasarnos con el otro, para luego llegar en conjunto a acuerdos benéficos para todos.

En nuestra comunicación siempre hay alternativas que podemos explorar, y así acercarnos a los demás de una forma más favorable o afable.    

Por Daniel Duque @danielduque21

lunes, 9 de diciembre de 2019

El hombre en busca de sentido


Victor Frankl (psiquiatra y escritor vienés) en “El hombre en busca de sentido”, cuenta cómo logró sobrevivir a los campos de concentración nazi, en donde estuvo recluso desde 1942 hasta 1945. 

Frankl demuestra que en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, se puede encontrar una razón para vivir. En los campos de concentración había personas que iban de una barraca a otra consolando a los demás. Ellos, según sus palabras: “dan prueba de que a un hombre se le puede quitar todo excepto la última de sus libertades: escoger su actitud frente a cualquier circunstancia”. 


Luego de salir de los campos nazis, Frankl, haciendo uso del despertar que produce la "terapia del shock", le preguntaba a sus pacientes con múltiples padecimientos: "¿Por qué no se suicida?". Y de sus respuestas se orientaba para la psicoterapia que aplicaba con ellos. Así descubrió que a la gran mayoría lo que los ataba a la vida eran sus hijos, pareja, familia en general, o un trabajo apasionante.


Jung definió a la neurosis como el sufrimiento del alma que no ha encontrado sentido. El sentido de la vida es nuestro combustible para vivir. Cualquier momento es bueno para preguntarnos hacia dónde nos dirigimos, cómo lo hacemos, para qué... 

Detente ahora y pregúntate: ¿qué te apasiona?, ¿qué le da sentido a tus días? 

Por Daniel Duque @danielduque21

domingo, 8 de diciembre de 2019

Aprender a dejar la lengua en reposo


Pedirle a un chismoso que tenga discreción con alguna confidencia, lo invitará a hacer lo contrario, ya que le encanta traficar con la información. Cuando habla de los demás, y más cuando son datos íntimos, se siente en su salsa, hace énfasis en los detalles, exagera e inventa. Sus frases recurrentes son: “¿Te enteraste de la última?”. “Sabes que fulanita me contó…”. “Eso escuché, yo no sé…”. “Sé que es un tema delicado, te lo digo porque tenías que saberlo” (para hacerte sentir que te hace un favor).

Si el material para chismear escasea, el chismoso echa mano de la vida de los famosos, artistas, miembros de la realeza…, lo que vale es darle a la lengua. Y no le cuesta captar atención porque por los medios de comunicación estamos acostumbrados a consumir los intríngulis de las vidas de los otros. 

Tengamos en cuenta que es chismoso el que le encanta contar, como también el que se deleita escuchando. 


Características típicas de los chismosos:
  • Se centran en los errores de los otros, y los cuentan con entusiasmo.
  • A pesar de la creencia común, no sólo las mujeres son chismosas, hay muchísimos hombres que lo son.
  • Se encadenan al teléfono o al chat. 
  • Hacen preguntas provocativas para enganchar a otros en su juego: “¿A que no te imaginas con quién se acostó Diego?”. "Adivina a quién echaron del trabajo y se armó un escándalo”. “¿Supiste la última de Sara?”
  • Se presentan como grandes amigos y confidentes para obtener información.
  • Su fascinación es rodearse de amistades chismosas para compartir horas de habladurías.

    Tácticas para tratar a los chismosos:


    1) Cuando necesites una información, no te dirijas a un chismoso, acude a las fuentes originales y aclara todo directamente.  


    2) Al menos de que sea un cínico, el chismoso actúa bajo la ignorancia del daño que puede causar. Aunque luego se dé cuenta de que inició un conflicto, al chismoso le cuesta aprender de sus errores. Por ello, una táctica para calmarles es hacerles saber cuán mal se sentiría el implicado si se entera de lo que están diciendo acerca de él.


    3) Los chismosos persiguen beneficios a costa de los terceros: prestigio social (que crean que ellos están muy informados y conectados), sentirse inmaculados al revelar los deslices de los otros, compensar frustraciones... Por ello, no caigas en su juego: freconoce lo que están buscando y no se los des.

    4) Cuando el chisme sea atrapante, la táctica es reconocer que se puede perder más que ganar si caemos en sus garras. Todos tenemos que aprender a dejar la lengua en reposo. Es preferible aprovechar el tiempo para hacer cosas productivas, el valioso tiempo que se va no vuelve.


    5) Cuando los chismosos vengan a contarte la vida de los otros, es mejor cambiar de tema, para que se den cuenta de que tienen un aliado menos en su juego de habladurías.

    “Cuando lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas”.
    Proverbio árabe


    “No tiene ningún sentido ser preciso cuando ni siquiera sabes de lo que estás hablando”.
    John Von Neumann


    Por Daniel Duque @danielduque21

    OJALÁ, POR “DIOS”, ¡OJALÁ!

    POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL PONERSE DE ACUERDO Y TAN FÁCIL ESTAR EN DESACUERDO O POR QUÉ JUNTO SE ESCRIBE SEPARADO Y SEPARADO SE ESCRIBE TODO JUN...