Para respirar es indispensable desbloquear nuestro diafragma relajándolo, para flotar es necesario dejarnos sostener por el agua, mientras nos hacemos suaves y dóciles a ella. Para Amar hay que dejar de frenar el Amor, permitir que fluya, nos nutra, vaya y vuelva en la danza incesante que llamamos Vida.
Es inevitable Amar y ser Amados cuando desnudamos nuestra alma de las corazas de miedo, cuando mostramos nuestra vulnerabilidad, nuestra blandura, nuestra ternura.
Hacemos mucho para controlar la forma en que “tenemos” o “deberíamos” amar, porque el control nos ofrece una ilusión de protección; sin embargo, es el Amor el que nos flexibiliza al punto que dejamos de ser cáscara para ser agua que fluye entre las rocas.
Cuando renunciamos a nuestros controles, apariencias y manipulaciones nos maravilla la incontenible, abrumadora y plena energía del Amor que fluye en todas direcciones, desde y hacia nuestro Ser.
Es el miedo el que bloquea la Vida, y por ende, al Amor. El miedo contrae la mente, el sentir, el hacer, el cantar, el besar, el abrazar, el sonreír, contrae el cuerpo que se endurece, enferma, duele y muere… estando vivo.
Amemos, Amémosnos, practiquemos el verdadero Yoga: la unión con nosotros y con el mundo que nos rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Mejoremos Nuestros Vínculos en Conjunto