La palabra emoción es una derivación del verbo latino “moveré”. Tenemos entonces que el mundo emocional es un proceso dinámico que cumple con la función adaptativa de protección y regulación del organismo frente a situaciones internas y externas.
Las emociones son omnipresentes en todos los aspectos de nuestra vida y son contagiosas. La forma de sentirlas y expresarlas determina nuestra calidad de vida.
Por siglos se creyó que la razón debía imperar sobre la emoción, hoy en día se reconoce la mutua influencia de estos dominios.
Desarrollar nuestra inteligencia emocional nos permite concientizar cómo nos tratamos y cómo somos tratados. Cuando cuidamos esto, en lugar de permitir que nuestras emociones se disparen, tomamos cartas en el asunto, y buscamos conocerlas, interpretarlas, controlarlas.
La dignidad habla del respeto que nos tenemos a nosotros mismos. La dignidad impera en quienes son emocionalmente inteligentes.
La dignidad habla del respeto que nos tenemos a nosotros mismos. La dignidad impera en quienes son emocionalmente inteligentes.
Por Daniel Duque
@danielduque21
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