sábado, 2 de mayo de 2020

Todos ganamos y nadie pierde


La negociación es necesaria cuando dos o más partes tienen divergencias y requieren alcanzar un acuerdo para proseguir de buena manera. 

La clave para lograr una negociación justa es la voluntad para alcanzar un acuerdo que beneficie a todos. Para lo que es necesario en primer lugar que las partes reconozcan su valor propio, y que lo hagan desde varios puntos de vista. El buen negociador reconoce sus características (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) detectando así en qué aspectos puedes brindar apoyo y en qué otros más bien lo necesitas. Te en cuenta que todos nacemos con la capacidad de reconocernos, y que a la vez la podemos desarrollar de la mano de nuestra mente y emociones. 

Los ingredientes básicos para alcanzar una negociación justa son: ecuanimidad, escucha comprensiva y empatía (ponernos en el lugar del otro).

El resultado de la negociación puede ser muy variado. Algunas posibilidades: 

a) Compromiso simple: se acuerda una solución sencilla para seguir avanzando.

b) Concesiones mutuas: requiere mayor creatividad porque la solución supera al estándar básico. Se busca un mejor equilibro a mediano o largo plazo. 

c) Nuevas salidas: Se crean elementos innovadores para cambiar sustancialmente la situación conflictiva.  

Asentar la situación sobre papel ayuda a aclarar los puntos. Como ejercicio te propongo que hagas una lista de los pros y los contra en cuanto a cada alternativa que se visualice, y / o un Análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) en cuanto a la posible solución. Tómate tu tiempo, y ten a mano el resultado de este trabajo para que puedas revisarlo a futuro, modificarlo y tenerlo como una herramienta de trabajo.   

En todo proceso de negociación la comunicación juega un rol fundamental, y es tan importante el lenguaje verbal como el no verbal, si una de las partes (o las dos) se siente (n) atropellada (s) esto crea un precedente negativo y posibles inconvenientes. 


Ejercicio: 
 
Piensa en una circunstancia que creas que puede mejorar. Ej.: comunicarte mejor con cierta persona.

Conversa contigo mismo acerca de la situación, indaga sobre el “cómo te gustaría que fuera". No te disperses hasta lograr diferentes puntos de vista. Escribe esos deseos, piensa si son posibles y beneficiosos para todos. Imagina la posible conversación posible con esa persona, piensa en qué tono les quieres decir tus puntos, qué respuestas te ofrece... Mantén en esta práctica siempre en mente el objetivo común: establecer un acuerdo resulte beneficioso para todos. 

Una vez hecho este ejercicio, ten la conversación real, cuando lo consideres y haz un reporte de cómo te fue.

Nota: Una característica esencial de una buena negociación es el seguimiento. La evaluación te ayudará a hacer los ajustes necesarios.

Por Daniel Duque 
@danielduque21

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